lunes, 19 de enero de 2015

SOLO EL AMOR NOS SALVA




Yo no nací de carne. Lo confieso.
Soy hija de los astros silenciosos.
Noche tras noche he bebido ávida
y sin saciarme leche de estrellas.
Mas hay quien ha nacido de infiernos,
de la torcida boca de los fuegos,
y al infierno irá al dar la hora,
no importa que sus labios entrabiertos
se posen tibios sobre fresca boca
en una tarde fría de llovizna
en tanto que una mariposa vuela
alrededor de un pozo de agua limpia.
Perdonen que no escriban sobre el pasto
y la mujer alegre que hace hogazas
en la cocina mientras va cantando
letrillas que ha aprendido siendo niña.
Si he sabido yo de nacimientos.
¿Por qué hemos tenido que nacer?
Destino atroz, pero el amor nos salva.

Delfina Acosta
Imagen tomada de la red

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