No puedo sustraerme a rozar tu piel de terciopelo
delicioso melocotón son tus labios que admiro,
no hay ninguna comparación
son mi jugosa tentación
pues mi boca ansía solo libar tu sabor.
La manera en la que tomas mi rostro
y el tiempo se ralentiza a nuestro alrededor
mientras somos conscientes de tu boca y la mía
con prisas entreabriéndose en muda invitación.
Son esos anhelados besos robados
los que tomas de mi las veces que quieras,
han apresado sin nosotros notarlo
nuestros cuerpos, almas y corazón.
Existe un lugar secreto que tú y yo conocemos
que guarda más que solo besos tiernos, fieros,
de ti, de mi, de nuestra historia
que no tiene nombre más que en nuestra memoria.
Rosalina Santos.
Derechos Reservados.
México.
Imagen tomada de la red
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