sábado, 22 de noviembre de 2014

TE VOY A DEJAR DE QUERER
























Creo que muchas veces te he dicho 
que voy a dejar 
de quererte. Pero en realidad, ni yo me lo creía. Y tú, 
con sólo mirarte en mis ojos, simplemente sonreías, 
sabiendo que nunca podría, y que me conformaría 
con las migajas del amor que me dieras.

“Te voy a dejar de querer.” Dije a mí mismo. Y lo pensaba 
porque quererte no me alcanzaba, quería más. En realidad 
lo quería todo. Aunque los dos sabíamos que ‘todo’ 
era imposible. Esta vez, sólo lo pensé, porque te lo había 
dicho tantas veces, para qué decírtelo de nuevo.

Y así, en silencio, con el dolor del tiempo y la distancia, 
tristemente amor, creo que te he dejado de creer. No de 
quererte. Dejar de quererte es imposible. He dejado de 
creerte. De creer que algún día podríamos ser algo, alguna 
vez, siquiera por unos minutos. Algo más allá de ser nada. 

Más allá de ser una idea irrealizada. Un plan no ejecutado. 
Una promesa incumplida. Ser algo más que poesía. Y así es, 
tu silencio finalmente mató mi esperanza, pero no pudo 
con mi corazón necio, que no quería dejar de latirte. 
De eso me encargo yo.

¿Y si le prendo fuego al corazón? ¿Para qué querer un corazón 
que ha dejado de creer? Si, fuego. Pero no fuego de amor. 
Fuego de quemadura. Del que arde y duele. De cicatriz. Fuego 
del que te hace cenizas. Acabaré con el corazón para que ya 
no te llame. Para que no me delate. Para que huela a nido 
quemado. Para que el amor ciego y huérfano, nunca más 
tenga un refugio donde volver a quererte. 

Mind Of Brando

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