jueves, 27 de noviembre de 2014

A ELLA LE GUSTABAN



A ella le gustaban los días fríos, 
las noches solas, 
lo perturbante que puede ser el silencio. 
Extrañamente le gustaba, quizás porque así 
la arropaban los recuerdos, se iluminaba 
la oscuridad con esa última sonrisa, y recordaba 
cada nota de la última canción que escucho con él.

Caminaba perdida entre sus pensamientos, 
dejando 
volar su alma para encontrarlo, ese hombre que amaba 
desde el profundo silencio de su corazón, era un nombre 
que no pronunciaban sus labios, que no tocaban sus manos, 
que habitaba de una manera diferente en su interior.


Era común verla frente al mar, ese mar que une y separa, 
con su mirada perdida, sintiéndose por fuera abandonada, 
pero era una mujer de sueños, de ilusiones de esperanzas 
y ponía en cada ola del mar su tristeza y su pesar.

Hay palabras que sólo se pronuncian con el alma, 
hay 
besos que sólo se dan con la mirada, hay caricias que nacen 
en las manos y se guardan, ella guardaba todo eso para él.

Sabía dentro de si, que el amor es lo único que puede unir 
las almas, pese a que hay otras circunstancias que unen 
vida sin él. Ella lo amaba así, de esta forma extraña, 
en esa nostalgia que envolvía su corazón.

A ella le gustaban los días fríos, las noches solas, el silencio... 
vivía unida a sus recuerdos, a sus ilusiones, a sus anhelos, 
que le daban fortaleza para sobrevivir en un mundo 
donde él todavía no puede estar.

Copyright © By Ale Barajas 2014

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