Desperté rodeado de criaturas.
Magia de un día prometedor.
Mi corazón lleno de ternura.
Abre paso un clavel de amor.
Pronto tuve que cerrar mis ojos.
Ante el brillo de miles de colores.
Materialización del rostro precioso.
Impregnando mi vida de olores.
Olores de coqueta mujer tentadora.
De afectos que convocan versos.
Llenan mis días y en cada hora.
Sueño con tatuar su piel a besos.
Luego, y un poco más reposado.
Lleno mi ilusión imaginándome.
Tranquilo, disfrutando a tu lado.
De tu anhelada rutina llenándome.
Desperté abriendo el candado.
Que me tuvo en esta espera.
Soltando el lastre del pasado.
Estoy listo para tu primavera.
Respiro este aire puro de libertad.
Porque entiendo que ha llegado.
Final de pesadilla en este despertad.
Mujer, todo esto has desatado.
Así que ahora no te preguntes.
Dudas de inseguridad, liberas.
Quedarán nulas cuando te juntes.
A mi vida y termines mi espera.
© Héctor Gil De Lamadrid Orlando
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