viernes, 25 de abril de 2014

JURAMENTO



Por esa luz que en el pabilo late
te juro que te amo bienamado.
Por la fragancia de las rosas blancas
y por el nacimiento de la orquídea,
yo he de quererte hasta el final del día.
Se desprenden del viento las palabras.
Y se callan las voces de los hombres
y las mujeres que otra vez se aman.
En tanta soledad la flor aroma.
Se me torna muy triste la palabra
por yo no sé qué cosas bienamado.
El raro juramento que se hicieron
los amantes un día se hizo polvo.
Los días pasan lentos y olvidados.
Por esa luz te juro que te amo.

Delfina Acosta

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