jueves, 26 de diciembre de 2013

ERRANTE...





No pertenezco a ningún lugar;


en el mundo de nadie están mis huellas...

Los bordes del viento me veo rasgar

debajo de un vacío negro y sin estrellas...



Me perdí por seguir el eco de una voz

que me incitó a hacer un abecedario

desequilibrado; abarrado por la coz

de una poesía convertida en obituario...



Antes pensaba que el silencio mataba;

pero ahora sé bien que sólo lastima...

Hoy sé que lo que mata es la palabra...

Sí... Es la palabra la que asesina...



Vago en un paraje desconocido;

mi nirvana es un helado camposanto...

Parece que escapó de mí todo sentido;

corazón indiferente a todo quebranto...

Pero hay días que, al cielo desteñido

suplico e imploro que no duelas tanto...


Alibut Sarabia
Imagen de la red.

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