miércoles, 10 de octubre de 2012

AMARSE CON LOS OJOS ABIERTOS



Quizás la expectativa de felicidad instantánea 

que solemos endilgarle al vínculo de pareja, este 
deseo exultante, se deba a un estiramiento ilusorio 
del instante de enamoramiento. 

Cuando uno se enamora en realidad no ve al otro 

en su totalidad, sino que el otro funciona como una 
pantalla donde el enamorado proyecta sus aspectos 
idealizados. Los sentimientos, a diferencia de las 
pasiones, son más duraderos, están anclados a la 
percepción de la realidad externa. 

La construcción del amor empieza cuando puedo ver 
al que tengo enfrente, cuando descubro al otro. Es 
allí cuando el amor reemplaza al enamoramiento. 

Pasado ese momento inicial comienzan a salir a la 

luz las peores partes mías que también proyecto en 
él. Amar a alguien es el desafío de deshacer aquellas 
proyecciones para relacionarse verdaderamente con el 
otro. Este proceso no es fácil, pero es una de las cosas 
más hermosas que ocurren o que ayudamos a que ocurran. 

Hablamos del amor en el sentido de "que nos importa 
el 
bienestar del otro". Nada más y nada menos. El amor 
como el bienestar que invade cuerpo y alma y que se 
afianza cuando puedo ver al otro sin querer cambiarlo. 

Más importante que la manera de ser del otro, importa 

el bienestar que siento a su lado y su bienestar al lado 
mío. El placer de estar con alguien que se ocupa de que 
uno esté bien, que percibe lo que necesitamos y disfruta 
al dárnoslo, eso hace al amor. 

Una pareja es más que una decisión, es algo que ocurre 

cuando nos sentimos unidos a otro de un modo diferente. 
Podría decir que desde el placer de estar con otro tomamos 
la decisión de compartir gran parte de nuestra vida con esa 
persona y descubrimos el gusto de estar juntos. Aunque es 
necesario saber que encontrar un compañero de ruta no es 
suficiente; también hace falta que esa persona sea capaz 
de nutrirnos, como ya dijimos, que de hecho sea una eficaz 
ayuda en nuestro crecimiento personal. 

Welwood dice que el verdadero amor existe cuando amamos 

por lo que sabemos que esa persona puede llegar a ser, no 
solo por lo que es. 

"El enamoramiento es más bien una relación en la cual la otra 

persona no es en realidad reconocida como verdaderamente 
otra, sino más bien sentida e interpretada como si fuera un 
doble de  uno mismo, quizás en la versión masculina y 
eventualmente dotada de rasgos que corresponden a la imagen 
idealizada de lo que uno quisiera ser. En el enamoramiento hay 
un yo me amo al verme reflejado en vos." Mauricio Abadi.

Enamorarse es amar las coincidencias, y amar es enamorarse 

de las diferencias.

Jorge Bucay

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