No pedía demasiado;
sólo una palabra suya
y su día iba perfecto.
Una mirada pasajera
y una sonrisa tímida
¡Y no tenía un defecto!
La mitad de un segundo
que le diera de su día
¡Y era diosa en la gloria!
Si se sabía en su mente,
el dolor no tenía poder
ni cabida en su memoria.
No pedía demasiado
de ese loco, solitario
e inigualable trovador.
Pero solamente soñaba...
Y volvió de la fantasía
a hacer versos su dolor...
¡Feliz descanso; muchas gracias
por su visita y por sus comentarios!
Alibut Sarabia
Imagen de la red.
No hay comentarios:
Publicar un comentario