MIÉNTEME

Miénteme ahora
que sólo estamos tú y yo
en este lugar donde
desaparece el mundo
y sólo existimos los dos.

Miénteme y dime
que el destino no es cruel;
que la aurora nos pertenece;
que ninguno de los dos
engaña, ni es infiel.

Miénteme; envuélveme
en el sopor de la entrega
en esas horas robadas
a la insípida realidad
y que, en este lugar
son transformadas
en placer y fantasía
que nos hace ser dueños
del cielo y su inmensidad.

Miénteme amor, que
las horas van muriendo;
probemos lo supremo
hasta quedar rendidos,
que, después de abrir la puerta
el mundo volverá a existir
y en él tenemos que ser
unos perfectos desconocidos.

Alibut Sarabia