martes, 17 de febrero de 2015

MANO DE ÁNGEL...




Escondida tras su sonrisa, 
ella guardaba una lágrima. 
Una lágrima que brotó de lo más
profundo de su corazón 
y le dolía, 
le dolía mucho porque estaba envuelta 
en amor. Ese amor que se vuelve 
parte de nosotros, que crece y palpita 
en nuestro mismo corazón, que nos 
regala por momentos tanta alegría.

Esa lágrima que nos recuerda 
que estamos vivos, que sentimos, 
que amamos, que crecemos 
y que somos capaces de luchar 
contra el mundo si es necesario.

Tras su sonrisa, se escondía 
una 
lágrima, una lágrima de adiós 
y de espera, de ese tipo de espera 
en que abre las puertas de la eternidad. 
Y mientras el mundo gira, con su "Adiós" 
y sus "Bienvenidas", el dolor le toca 
el alma y los gritos del silencio 
se transforman en tristeza y soledad.


Una mano de ángel sostiene 
en su alma 
esa lágrima, que no logra caer, 
que sigue envuelta en ese amor infinito, 
que brota del corazón que un día 
lo vio nacer. Nada consuela ese dolor, 
quizás tan sólo el recuerdo de su amor.

Ella no sabe que su tristeza 
hace 
estremecer al cielo, y que ese niño 
se ha vuelto un ángel que en su vida 
la acompañará, que vivirá en sus recuerdos, 
en sus sonrisas y en esas lágrimas tristes 
y agobiantes que no caen.

Copyright © By Ale Barajas 2015

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