jueves, 5 de febrero de 2015

GIRA EL VIENTO











La soledad me puebla. Yo paseo

bajo el pinar seguida de mi sombra.

¿Quién quiere oírme en esta tibia tarde

y apretando mis manos darme un beso

sin darme ni quitarme la razón?

Yo cambio toda mi sabiduría

por un consejo sano, pero vamos

qué saben ya las viejas, su elocuencia

se resume tan solo en recordar

los nombres de los muertos y las fechas

de las próximas misas. Gira el viento.

Si el viento me llevara el corazón

a cualquier parte yo concluiría

que bien llevado está. Si me arrastrara

con la hojarasca, buena suerte entonces.

Seré un endiablado remolino.

Delfina Acosta
Imagen tomada de la red

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