sábado, 8 de octubre de 2016

RENACER





















Bien dicen por ahí 
que hay 
que morir, para vivir.

Y si, que frase más cierta; 
después de tanto dolor, 
enfermedad, pérdidas, abro 
mis alas, camino descalza 
sintiendo la humedad, abro 
mi ventana respirando poder, 
fuerza, belleza de este cielo 
bendito qué me impulsa cada 
día a levantarme dándole un sí a la
vida, un gracias al universo.

Un profundo compromiso 
me invade: devolver y compartir 
tanta bendición.

Convencida que nada es mío, 
que nadie me pertenece, soltando 
amarras y dejando ir, todo 
maravillosamente se acomoda.

Gracias presencia divina por sostenerme,
guiarme y permitir tanta bendición.

Mi corazón es amor, mi mente 
se aclara, se limpia y se despeja 
dando a mi vida el necesario equilibrio 
para mi más alto bien y el más alto 
bien de todos los que me rodean.

Así es, hecho está!

(del muro de Aurora Orozco - Poeta)

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