viernes, 31 de julio de 2015

DECIR...



Decir que enamoré del color de tus ojos, 
de la fuerza de tus brazos, sería mentir.

Con honestidad puedo decir que enamoré 
de 
tu alma esa que se asoma tímidamente en tu mirada.


Me enamoré de la calidez de tus manos 
que sin darse cuenta entibiaron mi corazón.

Me enamoré de tu piel de otoño y tus manos 
de luna, 
así como de cada uno de tus lunares y cicatrices.

Me enamoré de la forma en que dejabas 
que 
cerrando mis ojos me abandonara en tus brazos 
y de cada uno de los besos de tus labios.

Me enamoré de tu sonrisa callada y de la sensación 
de verme en el reflejo de tus ojos.

Me enamoré de tu ingenuidad, de tu tímidez, 
de tu falta 
de palabras, de tus sueños y del ser que casi nadie ve.

Vivo enamorada de ti, profundamente, con un amor 
que no cabe en mi corazón, un amor 
que ha cambiado mis pensamientos.

Me enamoré profundamente de tu alma 
y de la esencia de tu fe.

Ale Barajas

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