Inesperadamente, ha aparecido el amor en mi vida,
un hombre que tiene abierto el corazón,
que camina por la calle sin temor, mirando de frente,
seguro de lo que siente por mí.
Todo ha cambiado desde que me dijo: Te amo,
ha sacudido mi alma con su ternura, le ha dado
fuerzas a mi corazón, su mirada serena le devuelve
la paz y la vida a mi interior.
Ha llegado a desplazar todos esos días donde convivía
con la soledad, ha despedido los recuerdos tristes,
a veces sin quererlo, su amor me hace llorar entonces,
me cobija en lo cálido de sus abrazos y me dice:
Tranquila, todo pasará.
Inevitablemente me invide la angustia de poderlo perder,
pero cuando eso sucede, encuentra las palabras justas
para hacerme sentir que no me iré de su corazón,
dándole más fuerza a este amor.
Hay un espacio en el alma que debe llenarse con dulzura,
con un corazón abierto, con unos labios que nos llene
de besos, que nos haga mover inclusive hasta los cielos,
en un tiempo que no tiene final.
Él llego de forma inesperada a mitigar mis temores,
a devolverme la fe en el amor, trajo entre sus manos
la magia de la primavera sólo para envolver mi alma,
y recordarme la maravilla que es sentirse amado y amar.
Ale Barajas
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