eres un remanso de ensueño, de sublime armonía.
Sin ti, mujer, pierdo lo más atinado de mi calma,
rompiéndose en ópalos, la inmensidad y la alegría.
En la quietud de mi sentir allí vives, amada, tan mía,
con fuertes latidos todo mi ser en el amor, te llama,
y así a cada único momento, en la majestad del día,
gentil, muy devoto y sincero, mi fervor te declama.
Con los versos inspirado por el trópico de la pasión,
por la fiel llama inextinguible del amor, día tras día,
sé que la fe de este mundo bendecirá nuestra unión,
viviendo inmerso en los besos, su inmensa armonía.
b&j
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