viernes, 11 de enero de 2019

ORO Y TORMENTA


















Asida de una rama de neblina,
dialogo con mi ayer, oro y tormenta.
La furia del clavel entre la menta
enciende todavía la colina.

Mientras la dulce tarde se asordina,
otra música llega grave y lenta.
A enclaustrarme en sus giros de tormenta
y su olor de jazmines y resina.

El ayer...¡Ah, qué mundo tan lejano
de esta avidez de presa de mi mano.
Halcón menudo que cazó centellas,
ave de paraíso ya perdida
entre la selva helada de una vida
que iluminaron todas las estrellas!

Juana de Ibarbourou

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