viernes, 27 de marzo de 2015

NUESTRO AMOR...




Debo confesar que cuando te conocí, 
no tenía 
idea de lo importante que serías en mi vida. 
Recuerdo haberte visto con tus tenis mojados, 
tu cabello despeinado, tus hermosos ojos detrás 
de esas gafas que ante los míos parecías perfecto. 
Amé tanto tu sonrisa, tu luz, tu manera tímida y casual.

Nadie me dijo que a pesar de tantos años 
te seguiría amando con esa misma inocencia, 
con esa misma pasión que nace del alma 
y que guía mis pasos. Hoy hemos cambiado tanto, 
no somos esos chicos que se veían de reojo, 
que murmuraban lo que se amaban como secreto y único.

Entiendo que puedes intentar a lo largo de la vida 
encontrar personas con las que puedas abrir tus alas 
y descubrir nuevos cielos, la vida me enseñó 
que no siempre funciona como queremos, que debemos 
de aprender, de caminar, de intentar pero sobre todo 
debemos de no olvidar este sueño.

Nosotros no hicimos promesas ante un altar, 
no juramos amor eterno, no hubo un contrato con firmas 
u obligaciones, sin embargo, estamos aquí, ahora, 
uniendo nuestras manos, más enamorados que nunca, 
bendiciendo este amor que no ha deteriorado el tiempo, 
ni las condiciones, ni los malos momentos.

Hoy puedo verme en tus ojos y saber que más allá 
de sentirte cerca de mí, estoy en tu corazón 
y tú en el mío, tengo certeza de tu amor, que me hace 
agradecerle a la vida tu presencia, tu entrega y tu amor.

Puedo cerrar mis ojos y verte como hace tanto tiempo, 
llenando mi alma con tu forma de ser y tu manera 
de sonreír. Nunca he buscado un hombre perfecto, sólo 
anhelaba tener a mi lado un ser que me amara más allá 
de sus propios miedos y lo encontré en ti.

Si la vida me diera otra oportunidad de volver a nacer, 
te volvería buscar, porque hay lazos en el alma 
que vienen benditos desde el cielo y los ángeles 
se vuelven cómplices de esos encuentros.

Copyright © By Ale Barajas 2015

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