Flor de jazmín
mojada en la gota de rocío,
saliva de boca fresca,
canto de ruiseñor
haciendo miel de su amargura,
silente crepúsculo de la noche
que trae consigo
muertos en sus nubes.
Te quería tanto
Mas tú no eras mía.
Eras de un mundo desconocido
donde charlabas con sujetos extraños,
tu casa me era impropia
y en la única magia donde habitaba nuestro amor
era en tu mirada.
Te quería tanto
pequeña
que aquel día en que te fuiste
con tu partida
me fui yo.
Diego Fernando Marino
Postales de la Bohemia
No hay comentarios:
Publicar un comentario