En una tarde de algún tiempo vi llover eneros
caían gotas de estíos sobre todos mis inviernos
los espejos de mis ojos se trizaron por el miedo
ya no hay colibríes en el jardín de mi esperanza
En una noche de algún tiempo vi nevar abriles
y eran bellos los cuervos planeando nirvanas
danzaban silencios sobre el albor de las almas
ya no restan quebrantos en tantas primaveras
En una mañana de algún tiempo vi a mi vida…
respirar como respiran… las orugas dormidas
Diego López
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