Tú me alegras el alma cuando dices que me amas
y me das un beso.
Blanca flor tengo para ti.
En el peñón del mundo te aguardaba.
Fueron días de oscura soledad.
Mas llegaste y tuvieron sentido los cielos.
Y las estrellas se acomodaron a sus nombres.
A veces me llamas desde el fondo de la noche.
Y voy a ti presurosa y despeinada.
Huelo a mujer recién salida de las aguas.
Soy la que te quiere más que nadie.
Alguna vez nos darán razón las olas del mar
y el mar rugirá en nombre nuestro.
Te amo.
Delfina Acosta
Imagen tomada de la red
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