viernes, 6 de mayo de 2016

¡ESCÚCHAME MAMÁ!






¡Oye mamá!
No te enojes conmigo,
que me asusta oírte gritar.
Quédate frente a mí,
y cuenta, no solo hasta diez;
sino hasta cien…,
¡o mejor hasta mil!
Y mírame bien
cuando me vayas a castigar.
No te olvides que soy parte de ti,
que todavía soy pequeñito
y mi mente no conoce la maldad.

Recuerda que yo no pedí venir...
Cuando tú me trajiste,
por eso, ¡baja esa mano Mamá!,
que quiero ver tus manos levantadas
sólo cuando me vas a abrazar.

¡Oye Mamá!
Yo no quería asustarme,
no sé como subí hasta acá…,
y ahora tengo miedo,
ayúdame a bajar.

¡Oye Mamá!
No te enojes conmigo;
se me resbaló de las manos,
era pesado y no lo pude sujetar;
pero te prometo que cuando yo sea grande…
¡Uno más bonito te voy a regalar!

¡Oye Mamá!
No te enojes conmigo
por haber mojado la cama,
no es que yo haya querido,
me pasó, porque estaba dormido.
Por eso, ¡baja esa mano mamá!,
y ayúdame a despertar…
Muéstrame un mundo de amor
por el que valga la pena vivir y luchar.

No te apures tanto Mamá, ¡espérame!,
que mis piernas son cortitas,
y si no me quieres cargar
camina a mi lado y toma mi andar.

Jacob Neruda Unamuno
Derechos Reservados
Chile

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