martes, 14 de mayo de 2013

TEMÍA





Temía estar solo, hasta que aprendí 
a quererme a mi mismo.

Temía fracasar, hasta que me di cuenta 
que únicamente fracaso si no lo intento.

Temía lo que la gente opinara de mí, 
hasta que me di cuenta de que de todos 
modos opinarían de mi.

Temía me rechazaran, hasta que entendí 
que debía tener fe en mi mismo.

Temía al dolor, hasta que aprendí 
que éste es necesario para crecer.

Temía a la verdad, hasta que descubrí 
la fealdad de las mentiras.

Temía a la muerte, hasta que aprendí que no 
es el final, sino más bien el comienzo. 

Temía al odio, hasta que me di cuenta 
que no es otra cosa más que ignorancia.

Temía al ridículo, hasta que aprendí 
a reírme de mi mismo.

Temía hacerme viejo, hasta que comprendí 
que ganaba sabiduría día a día.

Temía al pasado, hasta que comprendí 
que no podía herirme más.

Temía a la oscuridad, hasta que vi la belleza 
de la luz de una estrella.

Temía al cambio, hasta que vi que aún la mariposa 
más hermosa necesitaba pasar por una metamorfosis 
antes de volar.


DESCONOCIDO

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