martes, 4 de septiembre de 2012

TEMÍA...

Foto: Temía estar sola, hasta que aprendí 
a quererme a mí misma. Temía 
fracasar, hasta que me di cuenta 
que únicamente fracaso si no lo intento. 
Temía lo que la gente opinara de mí, 
hasta que me di cuenta de que de todos 
modos opinarían de mí. Temía que me 
rechazaran, hasta que entendí que debía 
tener fe en mí misma. Temía al dolor, 
hasta que aprendí que éste es necesario 
para crecer. Temía a la verdad, hasta 
que descubrí la fealdad de las mentiras. 
Temía a la muerte, hasta que aprendí 
que no es el final, sino más bien 
el comienzo. Temía al odio, hasta que 
me di cuenta que no es otra cosa sino 
ignorancia. Temía al ridículo, hasta que 
aprendí a reírme de mí mismo. Temía 
hacerme viejo, hasta que comprendí 
que ganaba sabiduría día a día. 
Temía al pasado, hasta que comprendí 
que no podía herirme más. Temía a la 
oscuridad, hasta que vi la belleza de la 
luz de una estrella. Temía al cambio, 
hasta que vi que aún la mariposa más 
hermosa necesitaba pasar por una 
metamorfosis antes de volar. Hagamos 
que nuestras vidas cada día tengan más 
vida y si nos sentimos desfallecer 
no olvidemos que al final siempre hay 
algo más. El amor ahuyenta el miedo y, 
recíprocamente, el miedo ahuyenta al amor. 
Y no sólo al amor el miedo expulsa; también 
a la inteligencia, la bondad, todo pensamiento 
de belleza y verdad, y sólo queda 
la desesperación muda; y al final, el miedo 
llega a expulsar del hombre la humanidad 
misma. SIEMPRE TEN EN CUENTA TUS 
PRIORIDADES, SEAN LAS QUE SEAN, PERO 
NUNCA TE OLVIDES DE DIOS Y DEL AMOR.-


Temía estar sola, hasta que aprendí a quererme a mí misma. 

Temía fracasar, hasta que me di cuenta que únicamente 
fracaso si no lo intento. 

Temía lo que la gente opinara de mí, hasta que me di cuenta 
de que de todos modos opinarían de mí. 

Temía que me rechazaran, hasta que entendí que debía tener 
fe en mí misma. 

Temía al dolor, hasta que aprendí que éste es necesario para 
crecer.
Temía a la verdad, hasta que descubrí la fealdad de las mentiras. 

Temía a la muerte, hasta que aprendí que no es el final, sino más 
bien el comienzo. 

Temía al odio, hasta que me di cuenta que no es otra cosa sino 
ignorancia. 

Temía al ridículo, hasta que aprendí a reírme de mí mismo. 

Temía hacerme viejo, hasta que comprendí que ganaba sabiduría 
día a día. 

Temía al pasado, hasta que comprendí que no podía herirme más. 

Temía a la oscuridad, hasta que vi la belleza de la luz de una 
estrella. 

Temía al cambio, hasta que vi que aún la mariposa más hermosa 
necesitaba pasar por una metamorfosis antes de volar. 

Hagamos que nuestras vidas cada día tengan más vida y si nos 
sentimos desfallecer no olvidemos que al final siempre hay algo 
más. 

El amor ahuyenta el miedo y, recíprocamente, el miedo ahuyenta 
al amor. 

Y no sólo al amor el miedo expulsa; también a la inteligencia, 
la bondad, todo pensamiento de belleza y verdad, y sólo queda 
la desesperación muda; y al final, el miedo llega a expulsar del 
hombre la humanidad misma. 

SIEMPRE TEN EN CUENTA TUS PRIORIDADES, SEAN LAS QUE SEAN, 
PERO NUNCA TE OLVIDES DE DIOS Y DEL AMOR.-

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