No quiero que la noche llegue a su fin. No quiero
que salga el sol y revele los escondites oscuros
y fríos donde los amantes se abrazan; clandestinos
No quiero que esta noche llegue a su fin
No quiero que acabe la noche, que permanezca
fornican en las delicias de lo prohibido, privado.
No quiero que esta noche llegue a su fin
y el bochorno diurno evapore la mujer
que duerme a mi lado; entre penumbra
y tinieblas toma mi mano, susurra en
mi oreja, me toca a ciegas; en ausencia
de luz me conoce al tacto.
No quiero que acabe la noche, que permanezca
el silencio y despiertos solo los que cogen,
en pie solo prostitutas, escritores, artistas,
genios insomnes; si es que son distintos.
Que la frescura nocturna domine las calles,
Que la frescura nocturna domine las calles,
el sueño nos libre de los idiotas y sus corbatas,
los ruidosos y sus autos, sus escapes, su alboroto,
su prisa a ningún lugar, su mercadotecnia
y publicidad ¡Que duerman por siempre!
Sus alarmas no toquen la hora y congelados
en el tiempo esperen llegar a su oficina, esperen
por siempre. Que la noche no acabe y nadie despierte.
No quiero que esta noche llegue a su fin. No quiero
No quiero que esta noche llegue a su fin. No quiero
que la mujer que duerme a mi lado se sublime
al calor de lo cotidiano. No quiero que termine
la noche porque siempre se va, siempre me deja.
Si alguien la viera dormir o la sintiera amar,
Si alguien la viera dormir o la sintiera amar,
entonces tampoco querría que su noche terminara.
No le guardo rencor,
tiene que irse,
solo he pagado una noche
y la noche tiene que terminar.
Texto: José De la Serna
Fotograma de sleeping beauty.
Jose De la Serna
No le guardo rencor,
tiene que irse,
solo he pagado una noche
y la noche tiene que terminar.
Texto: José De la Serna
Fotograma de sleeping beauty.
Jose De la Serna
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