Arena posada en un espacio sin tacto,
se escurre de entre los sentidos yertos
de un ente perdido entre los segundos;
es el camposanto de nimias palabras
que guardan el cadáver de un estro
en diez dedos anodinos e infecundos...
Las pupilas de una soledad de grana
desnudan a la objetividad esferoidal
con razón de cegadora intermitencia,
extenuando el hálito de la esperanza,
y la hace reptar fría y depauperada
a los pies del vacío y de la ausencia...
Y mis manos en rigidez ante mortem,
aún pulsan una mínima gota de vida
y se hunden en la arena irreverente
del pasado, del presente y del futuro,
para izar la esencia que se amotina
por reivindicarse en un verso diferente...
Alibut Sarabia
No hay comentarios:
Publicar un comentario