Abrimos nuestro corazón y nuestra alma
y hacemos que las flores recobren el color
con intensidad para que no se pierda jamás.
Hacemos y decimos las cosas como las sentimos
y obramos según somos cada uno de nosotros.
Cuando la sensibilidad nos desborda
y nos emocionamos por todo, las lágrimas
nos golpean siempre. Por eso, dichosos los que
somos espontáneos, los que no sabemos fingir
y somos como somos, naturales y sinceros.
Porque el que sabe hacer las cosas y no las hace,
el que siente y no lo dice, el que ama y se lo calla,
el que quiere llorar y se esconde. NO VIVE.
Porque el que sabe hacer las cosas y no las hace,
el que siente y no lo dice, el que ama y se lo calla,
el que quiere llorar y se esconde. NO VIVE.
Con mis sonrisas seguiré poniéndole color
a las flores y con mis lágrimas haré un arco iris
en el cielo, pero jamás encerraré mis sentimientos
en un cofre, sino en una estrella y en un sol dorado,
como un rizo dorado que cuelga sobre una frente
de cielo azul , porque necesitan respirar y surcar
el ancho cielo y quedarse prendados
en esa estrella y en una oración.
a las flores y con mis lágrimas haré un arco iris
en el cielo, pero jamás encerraré mis sentimientos
en un cofre, sino en una estrella y en un sol dorado,
como un rizo dorado que cuelga sobre una frente
de cielo azul , porque necesitan respirar y surcar
el ancho cielo y quedarse prendados
en esa estrella y en una oración.
- desconozco su autor -
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