Si te digo olvida y ves en mis ojos
leves lagrimas presurosas a salir,
evita sonreír, evita continuar la travesía,
y no hagas caso a estas palabras.
Si te digo olvida y mis manos tiemblan,
y la voz escuálida se me quebranta,
y padezco algunos síntomas de locura,
y peco al decir toda clase de pavadas.
No mires, no sonrías si te digo olvida,
no me hables de lo futuro y venidero
de nuestras vidas, de la posible felicidad
que los dos encontraremos algún día.
Pero si te digo adiós, y no tiemblo,
y mi voz seduce por tanta seguridad,
por Dios!.. mírame, sonríe como siempre
estréchame la mano y no te vayas.
(Mario Benedetti)
No hay comentarios:
Publicar un comentario