Es cierto que ya no me quedaba
ninguna mariposa viva en mi vientre...
Es cierto qué en mí corazón
habitó el invierno.
Es cierto que mis ojos se secaron
de tanto llorar...
Es cierto que mí alma quedó deshabitada
cual desierto sin agua.
Pero, también es cierto:
qué cuando te miro cada mañana...
Me nace una sonrisa en los labios,
mis ojos brillan con más intensidad,
y en mi pecho, en mí pecho nace
una primavera, un jardín de flores sonrientes;
flores qué están dispuestas a amarte...~
( María Victoria Hernández )
ninguna mariposa viva en mi vientre...
Es cierto qué en mí corazón
habitó el invierno.
Es cierto que mis ojos se secaron
de tanto llorar...
Es cierto que mí alma quedó deshabitada
cual desierto sin agua.
Pero, también es cierto:
qué cuando te miro cada mañana...
Me nace una sonrisa en los labios,
mis ojos brillan con más intensidad,
y en mi pecho, en mí pecho nace
una primavera, un jardín de flores sonrientes;
flores qué están dispuestas a amarte...~
( María Victoria Hernández )
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