Porque contigo se me acaban
todos los pretextos, los atajos,
las vueltas preliminares para
aparecer a la vuelta de la esquina.
Porque contigo se acaban
las noches absurdas,
los insomnios de mala muerte.
Los miedos precoces,
las dudas miserables,
las horas aburridas del reloj
de un tiempo postergado...
Porque te haces pensamiento
permanente,
porque me lates fuerte en mí pecho,
porque me vibras en las venas,
porque te me haces letras,
porque te siento en mis dedos
desnudos, cuando te acaricio
entre mis versos.
Tú, eres el silencio más bonito
qué he escuchado nunca,
mí quimera deseada,
mí mejor metáfora...~
( María Victoria Hernández )
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