sábado, 24 de septiembre de 2016

EL TIEMPO PASA VOLANDO



Me decían disfruta... el tiempo 
pasa 
volando, y yo no lo creía. Los tenía 
todo el día en brazos, pegados a mi, 
besándolos, mirándolos, alimentándolos, 
los minutos duraban una eternidad, 
los días parecían durar para siempre.
El tiempo no pasaba volando, se detenía 
cuando los tenía en mis brazos. El tiempo 
no pasa volando pensaba, esto dura 
para siempre, sentía. Me equivoqué.
Me quedé dormida una noche y cuando 
desperté el tiempo había pasado, 
ya corrían por todos lados, ya no querían 
tantos brazos, ya no querían tanta teta.
Me volví a despertar y ya se iban al colegio, 
ya sabían nadar, ya jugaban entre ellos.
En un abrir y cerrar de ojos se hacen 
grandes, bellos, fuertes, valientes y nobles.
Chicos criados en brazos con amor, seguros, 
felices, e independientes, pero grandes.
Disfruta ahora, que el tiempo si pasa volando, 
créeme. Cárgalos mucho que luego crecen, 
antes de lo que crees. Mételos en tu cama, 
que luego dormirán en la suya por el resto 
de su vida, bésalos mucho, bésalos siempre.
El mayor acto de amor del apego es, irónicamente, 
al pasar los años, el desapego en sí.
Dejarlos volar, dejarlos crecer, dejarlos ser.
Confía en el poder de esos dos brazos 
a los costados de tu corazón dándoles 
todo ese amor.

Autora La Tata

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