No necesito decirte lo que siento
sabes bien cuánto es lo que te quiero
rompiendo cadenas, soltando amarras,
abrí la puerta y liberé tus alas.
Duro el camino que tengo que cruzar
si es por el río el agua helada está,
el empedrado hace sangrar mis pies,
por el asfalto el sol quema también.
Ya sólo quedan recuerdos y nostalgia
y la cabeza no entiende lo que pasa,
el corazón latiendo a mil por hora
va recogiendo pedazos de tu historia.
Nada es para siempre eso lo sé muy bien
pero estoy probando la más amarga hiel,
que el tiempo cura lo han dicho por ahí
debe ser cierto, no he de morir por ti.
Lanzaré al viento los más tristes recuerdos
los más hermosos se quedan aquí adentro,
y agradecida de habernos dado tanto
este dolor lo convertiré en un canto,
en suaves risas con dulce melodía
que entonan notas de nuestra vieja vida,
de aquel amor que juntos profesamos,
y así sin más la vida se ha llevado.
Aurora Orozco.
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