Déjame entrar, no seas tonta.
No quiero discutir ni echarte
nada en cara. Pero hemos de hablar.
He aprendido otra vez
a qué vinimos juntos
a este apartamento. Siéntate
por favor. Cierra esa puerta.
Tenía que contártelo, no tengas miedo.
He estado pensando en el capitalismo
y en cuántos frigoríficos habrá
en la ciudad y cuántos besos faltan
para que todo esto se apague para siempre.
No, no estoy loco, tranquila.
Siéntate. Hablemos. Toma un cigarro.
Dame fuego. Estamos vivos.
¿Puedes creerlo? Nos queremos.
Cierra de una maldita vez la puerta.
Deja allá afuera tanto mundo:
me quiero helar contigo en esta
nevera para dos. Y que nos saquen.
Maldita sea: ¡que nos saquen!
Tú sólo cierra.
© Pedro Andreu
(Poema inédito)
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