jueves, 27 de diciembre de 2018

ESPERANZA

La imagen puede contener: personas de pie, nube, cielo, césped, exterior y naturaleza



La luna, cuando menguante, 
recordando la fuerza 
plateada de su luz, se entrega al tiempo diciendo: 
Yo confío, yo confío.

La semilla cuando encuentra 
a la tierra húmeda, 
sumerge alegremente en su blandura, 
percibiéndose en su pequeña estatura como 
una frondosa promesa, dice sonriendo;
-Sí, yo confío.

El pequeño arroyo apresurado 
entre las montañas, 
que casi lo hacen desaparecer, guarda la visión 
del océano y prosigue, en su inmensa trayectoria 
cantando: -¡Confío, sí, confío!

Las nubes cuando pesadas, creyendo 
en su 
propósito que con esfuerzo lo cargan, miran 
al campo sediento abajo y truenan: 
-Nosotros confiamos, nosotros confiamos.

El gusano cuando se contempla, 
imagina días 
de doradas alas y leves vuelos y adormece 
soñando: Yo confío.

La flor del campo en su dulzura, 
pensando en 
la difusión de la propia belleza, avista el colibrí 
y se entrega, amando: -Yo confío.

Apenas el ser humano camina 
en el mundo, 
prefiriendo no oír el apelo que la vida a todo 
instante le hace: -Confía en mí, confía…

El sufrimiento de hoy, entregue 
en las manos 
del tiempo, se vuelve en el punto de partida 
para grandes y necesarias renovaciones.

Toda acción en el mundo, por menor 
que sea, 
contiene la promesa de una cosecha.

Obstáculos que parezcan infranqueables, 

no pasan de espejismo, cuando se confía 
en el propio ideal.

El esfuerzo de hoy se transformará en 

la alegría de haber contribuido para tornar 
el mundo un poco mejor

Aquello que en su apariencia produce 
desencanto 
podrá venir a transformarse en belleza y liberación.

El amor cultivado endulza 
a los relacionamientos 
que, embelesados, suavizan el desenrollar 
de las horas y de los años...

Esperanza:

Una espera que no adormece
Una espera que al futuro se lanza.

Confía en el futuro…
Él es nuevo e ya despunta.

Feliz 2019!

(Susana Meirelles)

No hay comentarios:

Publicar un comentario