No quiero que te parezcas en lo más mínimo a mí,
ni siquiera en una pestaña. No eres la continuación
ni de mi apellido, ni de mi a veces maligna forma
de ser. No eres mi apéndice, eres más, eres ÚNICA
e INDISPENSABLE. No serás lo que nunca pude ser,
ni te lanzaré por los senderos que yo hubiera querido
ni te lanzaré por los senderos que yo hubiera querido
recorrer. Eres sencilla y llanamente diferente,
desafiante al exponer tus puntos de vista y realmente
quisiera que seas tu propia escultora, que tu cincel
haga pedazos las asperezas y redondee las puntas
que te afligen. Eso solo lo puedes hacer tú,
no fabriques tus cimientos y columnas sobre nadie,
sé fuerte, sé digna, no regatees ni en las tiendas
y mucho menos en el amor. Pero sobre todas las
cosas del mundo, solo te pido algo: Sé todo lo que
quieras ser, mientras te haga feliz: Vende helados,
ilusiones, compra nubes, pendientes, zarandea
a la vida y no sigas a los demás, no creas en lo que
te digan, solo hazlo si a ti te apetece. Sé timón,
nunca ancla, sé mar, nunca arroyuelo, sé TÚ, solo TÚ.
(Desconozco su autor)
(Desconozco su autor)
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