viernes, 11 de mayo de 2018
NO ES UN ADIÓS...
¡Cuánto hubiera dado para no vivir
esa despedida que trajo el tiempo
que se negó a escucharme y a dimitir
ni siquiera por un fugaz momento!
Papá... ya no volveré a verte venir
cuando el sol se duerme y refresca el viento...
Pero me verás al alba sonreír
y besarte con mi alma y pensamiento...
Tu ausencia será una incurable herida
en los once milenios y en noviembre.
El dolor vendrá a golpearme la vida
tres segundos después de diciembre.
Soltar... pero tener el alma asida,
porque ese adiós no es más que un "hasta siempre..."
Alibut Sarabia
(P.S.: Me llega al alma querida amiga... Gracias!!)
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