Te quiero, sí , te quiero...
De mil maneras diferentes.
Unas veces ansiosamente,
otras con locura, otras...
Absurdamente, como estar
lejos y quererte,
sin tocarte, sin besarte.
Pero te quiero sintiéndote cerca,
inevitablemente,
en lo cierto de mi almohada,
y lo incierto de la mañana.
Te quiero cuando duermes
y no dices nada,
porque conozco tus sueños de memoria,
como mi mano que acaricia
tu piel, cuando escribo.
Te quiero en el instante que sonríes,
porque sé, que no me escondes nada,
te quiero cuando te miro a los ojos
porque me gusta esos momentos
de sentir, como me tiemblan hasta
las piernas,
y mis latidos se hacen más fuertes.
Te quiero cuando te beso,
porque eres como un manantial de agua fresca y a veces es
como una noria que me da vueltas
por la vida.
Te quiero porque,
me gusta tenerte conmigo,
aunque después no estés,
sabiendo, que terminas
volviendo una vez más.
Te quiero entre el mar y el cielo,
en esa milésima de tiempo,
que se escapa un suspiro, te quiero,
porque este querer, atraviesa paredes,
rompe ventanas y se salta las normas,
para luego acabar en el suelo,
sin fronteras...
Como dos animales en celo,
y sí, te quiero.~
( María Victoria Hernández )
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