domingo, 14 de mayo de 2017
ENTRE NACER Y MORIR
La muerte tomó mi mano y salimos a pasear
helado estaba mi cuerpo no lo podía calentar,
andamos muchos caminos, ella me hacía recordar
desde la más tierna infancia, adolescencia y demás,
insistente preguntaba cuánto hice bien y qué mal,
confundida me encontré, no sabía cómo empezar,
imagine una balanza equilibrando mi vida,
me puse a reflexionar en las metas no cumplidas.
Me miró fijo a los ojos sin soltarme de la mano
no seas injusta me dijo, ¡cuántos retos has ganado!
mi corazón aun latía, mi alma quería salir,
entré en confianza y le dije, déjame quedar aquí.
Precisamente a eso vine, me contestó muy sonriente,
ese mágico momento soltó mi miedo a la muerte,
me sugirió tantas cosas, entre ellas a perdonar,
vivir minuto a minuto y a entregar todo al amar.
A mi lado pasa siempre, la siento en mi escalofrío,
así me recuerda a diario la bendición de estar vivo;
lo seguro es que al nacer todos vamos a morir,
al espacio entre uno y otro, sencillamente es ¡VIVIR!
Aurora Orozco
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