y cuándo aprendí a querer?
¿Cuándo? ¿Cómo?...no lo sé.
Aprendí a mirar las estrellas,
alumbrando los sueños con ellas.
Aprendí a mirar las estrellas,
alumbrando los sueños con ellas.
A mirar los colores del viento
y a sentir el sabor del silencio.
Aprendí a encender ilusiones
y a escuchar hablar los corazones,
con palabras calladas, con matices
de mil sensaciones. Cuando un día,
el dolor tomó mi mano, conocí
de frente a la tristeza, la pena
y el llanto se marcharon, al sentir
el amor y su grandeza. La soledad,
querida compañera, la que con tanto
miedo rechazaba, me mostró la paz
y la armonía de los momentos
que con ella estaba. Comprendí,
el sentido de la vida, viviendo el amor
y la desdicha, sintiendo la alegría
y la tristeza, conociendo lo breve
de la vida. Aprendí el valor
de la paciencia, a calmar los vientos
de mi ira, a llenar con mares
de esperanza las zonas
más oscuras de mi vida.
Es así, que aprendí a vivir.
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