Mi padre me decía que para hacer feliz a una mujer
no hace falta mucho... es decir, - se explicaba mejor-,
no se necesita mucho esfuerzo, pero se necesita
Texto: Anónimo.
Fotografía: Kamel Lahmadi.
mucha pasión. No hace falta mucho dinero, pero
necesitan de la creatividad. Llévala a pasear, me decía.
Llévala a los callejones de la ciudad. Llévala a mirar
las cosas pequeñas, a ver cómo las viejitas riegan
los balcones. Que las caminatas ayudan, también
a enamorarse de más, me decía. Porque cuando
se camina, los pensamientos estúpidos fluyen y sólo
queda el presente, la belleza del día, ustedes dos.
Luego, llévala a tomar un aperitivo, me decía. Esa
será la prueba del nueve. Tomar un buen aperitivo
juntos, descansen de la caminata, beber y comer,
ríanse, demonios.... hazla reír. Y si después el aperitivo
te dice:"yo todavía tengo hambre, vamos a cenar?"
Entonces significa que esa persona está realmente
bien contigo. Es feliz, me decía. Porque una mujer,
cuando está bien, siempre tiene hambre...."
Texto: Anónimo.
Fotografía: Kamel Lahmadi.
No hay comentarios:
Publicar un comentario