Estuve, siempre, en el medio estar,
de lo que soy y de lo que quiero ser,
hasta encontrar la mujer que en cualquiera,
de nuestras situaciones,no me volvió su rostro.
Me lee lo predecido, pero no temo observarla
y cuando me alejo, se acerca mi sentir apagado,
tiene la capacidad de traer en sus manos y sonrisas
los rayos de luz,que renuevan este corazón.
Sí, algunas veces, tengo tantos miedos y dudas,
dejar de amarla y de amarme...
porque en las raíces del amor existe humanidad,
nacemos, crecemos, cambiamos, envejecemos.
Y admiro, que su voluntad de amar no vacila,
demuestra, que el amor es lo que hacemos,
se puede arreglar, sentir el cielo y la tierra,
encontrarnos de nuevo a cada amanecer.
Ya creo,que puedo decidir el amarla entero
y aunque el futuro, parece siempre revuelto,
seguiré la intuición, que me hace tan feliz...
su mirada que no sale, de mis pensamientos.
Autor=Oren Ben Abraham
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DESTELLOS DE AMOR NO SE OLVIDAN
ISRAEL-22/10/2016
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