domingo, 29 de julio de 2018
POESÍA DE UN (A)MAR
Cuando le dejé irse
La vida se lo organizó
Los marineros retornaron a sus casas
Los peces regresaron al mar
Los besos se callaron
Y las manos desencontradas, vacías, se agitaron
Cuando le dejé irse
La vida se lo rehace
Las costuras y los hilos
Las vestes y las teyas, las rendas
Las redes de Bahia acogieron cuerpos en desnudez
Cuando le dejé irse
Los pájaros siguieron sus destinos
Los caminantes siguieron peregrinos en sus trillas
Bienteveos cantaron en las ventanas
Gallos en los quintales
El sol surgió en el horizonte.
Y los ojos adormecieron en paz
Cuando le dejé irse
El sueño rompiendo límites,
No encontró un tiempo sin medidas
Relojes acertaron sus agujas
Y los ciclos, los ritmos
Se ayustaron por entero.
Apenas la luna insistió en permanecer sobre el mar
Como la fotografía de un tiempo
Recuerdos de un encuentro, residuo, fragmento.
Nostalgia de la poesía de un mar.
(Susana Meirelles)
Foto : Web
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