TORNADO

Jamás llegué a imaginar
que aquella tarde, al mirarte,
robarías mi alma
y con ella, entre tus manos
ibas a quedarte...

Ni siquiera pensé
que aquel roce fugaz
de tus dedos con los míos,
se quedaría aferrado
con un deleite pertinaz...

Nunca se me ocurrió pensar
que al aspirar tu perfume,
se aferraría en mis noches
trayéndome desvelos
en un deseo que consume...

No tuve ni remota idea
que tu aliento y tu boca
me ocasionarían el delirio
de exigir en mis labios
su ternura y pasión loca...

Nunca llegué a pensar
que tu voz, se quedaría
impregnada en mis sentidos
y que su morada eterna,
justamente ahí, haría...

Nunca imaginé ni pensé
que cada tarde contigo,
llevaría en voraz aumento
mi necesidad de que tus brazos
fueran mi refugio y mi abrigo...

¡De verdad, nunca imaginé
que mi alma, con tanto ardor
se pegara a la tuya,
metiéndonos en este tornado
de fuego y amor abrasador!

Alibut Sarabia
Imagen de la red.