
No te pido que me ames,
no te pido ni siquiera
que me quieras;
pero por favor…
¡No vivas como si yo no existiera!
¡Sí!, ya sé que para mí no hay amor…
Que ya me echaste al olvido;
pero déjame aclararte mi razón:
que aunque de mi vida te vayas
y mis noches se hagan largas y amargas,
mis besos no borrarás...
Porque te besé y acaricié
el alma.
Y podrás olvidar mi cara,
podrás olvidar mi voz
que susurraba en tus oídos;
podrás olvidar mi mirada.
¡Podrás olvidar hasta que existo!
Pero mis besos... mis besos y caricias…
No podrás olvidar ¡NUNCA!,
porque se notarán
en tu alma.
Jacob Neruda Unamuno
Chile
Derechos Reservados
No hay comentarios:
Publicar un comentario