
Antes de marcharme,
abre tus manos
y devuélveme el alma;
no quiero irme vacía
hacia un destino sin destino
igual de perdida y sin calma...
Exprime tus labios
y devuélveme todos
los besos que te di cada día;
recoge de tu piel
el viaje que mis manos
hacía por cada pliegue,
abusando de la osadía...
Abre tus ojos
y regrésame los colores
del cielo y del horizonte sin fin.
Entrégame el plenilunio
y las estrellas del universo,
que quiero volar
y ser de nuevo, su afín...
Antes de marcharme,
abre tus brazos,
piérdeme entre ellos
y ya no te pediré nada...
Quiero partir rebosando
de todo lo que te entregué,
pero no quiero dejar de soñar
que en ti quedé eternizada;
que me amarás siempre,
por siempre y para siempre;
que seré tu luna encantada...
¡Y por favor, amor, nunca reveles
mi fantasía descabellada!
Alibut Sarabia
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