
Hay amistades que desafían
la razón y el tiempo. Quizás
porque los seres que se abrigan
en el alma se conservan siempre
de la misma forma de la última
vez en que los vimos. Con ellos
nunca hay un "Adiós" sino
un "Hasta luego". Soy muy afortunada
al tener en mi vida tantos amigos en mi alma,
que los quiero de la misma forma
que hace tantos años así como
aquellos amigos que nunca han visto
mis ojos pero que habitan en mi corazón,
de una manera muy especial.
Entiendo que el amor no necesita
de ojos o manos para sentir,
porque nace desde adentro
como un suspiro que da vida.
Todo lo que se envuelva en amor
se vuelve infinito, el cariño no termina,
la sonrisa se vuelve cómplice,
se desafía la distancia
y se palpita con un mismo corazón.
Copyright © By Ale Barajas 2015
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