
Una vez perdido el honor se pierde también
el respeto por si mismo y por los demás. Y,
habiendo perdido ese respeto, las personas
pierden su dignidad. Entre otras razones, por
eso decía antes que hay personas indignas.
Una persona deshonesta no es digna de respeto
y una persona que no es digna de respeto es una
persona indigna. El razonamiento es de hierro
y no hay escapatoria. Es inútil perorar sobre una
“dignidad humana” que se presupone en cualquiera
por el sólo hecho de ser un miembro de la clase
zoológica denominada HOMO SAPIENS Hay personas
que han tirado esa dignidad a la basura, o ni
siquiera tienen noción de la sociedad no gana
absolutamente nada siendo tiernamente
condescendiente con ellas...
Es una entrada un poco extraña para lo que nos tenés acostumbrado, pero cuanta verdad. Alguna vez escribi algo parecido sobre "lo último que se pierde es la esperanza" ¿Es LO ÚLTIMO que se pierde?. Hablaba de eso, perdida la dignidad, los valores, los afectos, TODO ¿De qué sirve la esperanza? ¿Esperar recuperar ALGO de lo que uno fué...? Que tengas un buen fin de año, y un mejor comienzo para el que viene.
ResponderEliminarSi, salí un poco de mi temática habitual reflexionando ante una situación personal, que me llevó hasta este escrito... Y sobre todo porque muchas veces necesitamos recuperar esa confianza en nosotros mismos para seguir teniendo esperanza. Y sostener siempre que la dignidad o la pérdida de la dignidad no es negociable. Feliz Año Nuevo!!
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