miércoles, 7 de noviembre de 2012

NO...


Quiéreme, pero despacio, 
no te apures. Puede que 
algo de mí no te guste 
y luego huyas, y yo me 
quedaré mirando a lo lejos…
preguntándome por qué.

No me admires, tengo muchos 
defectos, más de los que 
te imaginas. Y si me idealizas 
algún día puedo derrumbarme 
ante tus ojos… y te irás.

No me subestimes, aunque 
a veces haga tonterías. Puedo 
sorprenderte algún día, 
te asustarás de mi sabiduría… 
y te irás.

No me sobreestimes, puedes 
exigirme más de lo que soy capaz. 
Te sentirás defraudado 
por mi torpeza… y te irás.

No me exijas, puedo estar 
desganada, o triste, o aburrida. 
Voy a enojarme y vos te vas 
a enojar más que yo… 
y te irás.

No me ruegues, no soy Dios 
y tal vez no te escuche. 
Y te aburrirás de mis silencios… 
y te irás.

Acéptame como soy. A veces 
fuerte, a veces débil. A veces 
inteligente, a veces tonta, 
a veces triste. Pero siempre humana.

Y podremos caminar de la mano 
por la vida sin necesidad de huidas, 
ni de preguntar… por qué?

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