Cuando tu madre envejezca,
déjala envejecer con el mismo
amor que ella te dejo crecer a ti.
Déjala hablar y contarte tantas
veces las mismas historias, con
la misma paciencia e interés, con
que ella escucho las tuyas,
cuando tu niñez.
Déjala disfrutar de las charlas con
sus amigos y sus nietos.
Déjala gozar viviendo entre los objetos
que la han rodeado por tanto tiempo,
porque si no es así sufrirá, sintiendo
que le arrancas pedazos de su vida.
Déjala equivocarse como tantas
veces te equivocaste tú.
Déjala vivir y trata de hacerla feliz
en el último tramo que le queda
Déjala disfrutar de las charlas con
sus amigos y sus nietos.
Déjala gozar viviendo entre los objetos
que la han rodeado por tanto tiempo,
porque si no es así sufrirá, sintiendo
que le arrancas pedazos de su vida.
Déjala equivocarse como tantas
veces te equivocaste tú.
Déjala vivir y trata de hacerla feliz
en el último tramo que le queda
por recorrer, del mismo modo que
ella te dio su mano
cuando iniciabas el tuyo...
(Desconozco su autor)
cuando iniciabas el tuyo...
(Desconozco su autor)
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