jueves, 7 de diciembre de 2017
SECUESTRO
Perdóname por tenerte secuestrado
en los rincones de mi mente;
en las paredes de mi corazón;
en mi sangre y en mi latido.
Discúlpame por la privación
osada e ilegal de tu libertad,
a la que mi obsesiva necedad
te mantiene sometido.
No pido ningún rescate...
Sólo quiero contagiarte
el Síndrome de Estocolmo.
Tú me tienes, yo te tengo...
Dame el gusto de enamorarte
de tu verdugo, tu secuestradora...
¡Anda amor, danos el gusto
de ser, de lo incoherente,
el más apasionado colmo!
Alibut Sarabia
Imagen de la red.
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